Cómo la 'regla de los tercios' puede impulsar el equilibrio entre el trabajo y la vida personal Dividir su día en tres amplias categorías puede integrar armoniosamente la pasión y el propósito.
Por Jehan Luth •
Este artículo fue traducido de nuestra edición en inglés.
Las opiniones expresadas por los colaboradores de Entrepreneur son personales
Nuestra pasión es a menudo nuestra superpotencia y, al mismo tiempo, nuestra criptonita. Si bien impulsa el deseo de transformar una industria, cambiar el mundo y crear oportunidades, también puede obstaculizar el logro de ese delicado equilibrio entre el trabajo y la vida.
Lograr ese equilibrio es un desafío continuo. Por ejemplo, cuando se trata de trabajo, pasamos nuestros días verificando las tareas pendientes urgentes mientras apagamos los fuegos proverbiales y lideramos empresas y equipos por un camino sin pavimentar y basado en la visión hacia el éxito.
En un momento de mi carrera, la falta de equilibrio me golpeó sin lugar a dudas: una sensación tan estremecedora como levantar una barra con pesas a la que le falta una abrazadera y luchar para volver a alinearla mientras el peso se balancea y cuelga de canto. Cuando esa sensación se volvió clara como el día, recordé el consejo que recibí al principio de mi carrera: una técnica simple que ofrecía una solución.
La regla de los tercios
En una aplicación de jornada laboral, esta regla es un método para organizar sus horas en tres áreas de una manera que brinde equilibrio, satisfacción y un sentido continuo de propósito. El objetivo es pasar cada tercio con un enfoque en las siguientes categorías: pasar tiempo con personas que saben más, con aquellos que comparten una mentalidad similar y asesorando a otros. Para mí, aplicar el método no se trataba solo de equilibrio, sino también de evitar el agotamiento y crear conciencia sobre las tareas diarias que pueden pasar factura.
Relacionado: Gen Z quiere esto más que flexibilidad en el trabajo
Ganar perspectiva y generar impacto
Dividir tu día de esta manera invita a nuevas perspectivas, así como a una mejor manera de ofrecer el tuyo a los demás. Es un equilibrio de dar y recibir, sin dejar de avanzar.
Por ejemplo, pasar tiempo con personas que saben más que tú saciará tu sed de aprender y mejorará tu conocimiento. Esta interacción se trata más a menudo de escuchar que de hablar. Por ejemplo, en Banyan tenemos una junta de asesores estratégicos que sabe mucho más que yo sobre redes de pago, prioridades de minoristas y capital de riesgo. Por lo tanto, me apoyo en ellos, así como en los miembros de mi equipo y compañeros, para ayudar a acelerar nuestro negocio, y ese proceso no significa simplemente aceptar sus opiniones, sino aprender de sus experiencias. Este tipo de intercambio puede generar nuevas ideas, nuevas formas de pensar y nuevas formas de resolver problemas.
Pasar tiempo con personas que comparten una mentalidad similar (un compañero de equipo o una pareja, por nombrar algunos ejemplos) ayuda a reforzar su posición y asegura que todos estén en la misma página, lo que también es esencial para progresar. Esto puede incluir el tiempo dedicado a alinearse con los objetivos comerciales o las finanzas personales o, en una nota más ligera, discutir eventos actuales o planes emocionantes para el futuro. De cualquier manera, a menudo es un soplo de aire fresco y una forma de fluir.
Ser mentor de otros es la última oportunidad de retribuir, de devolver el favor. A lo largo de mi carrera, tuve la suerte de contar con mentores increíbles que me apoyaron, me ayudaron a ver los desafíos de nuevas maneras y me ofrecieron consejos sobre cómo navegar por el rocoso camino del espíritu empresarial. Y me siento orgullosamente responsable de pagar todo eso al asesorar a otros que quieren tomar un camino similar o que están explorando algunas de las aventuras que exploré a lo largo de mi vida. Compartir mi conocimiento y las lecciones aprendidas mientras inculco los valores que considero sagrados es una experiencia gratificante: dar a los demás me ayuda a vivir "a propósito", así como a disfrutar de una sensación diaria de logro y satisfacción.
Relacionado: 7 razones por las que necesita un mentor para el éxito empresarial
Prueba la regla
Si tiene problemas con el equilibrio, pruebe la técnica mencionada anteriormente. Primero, divida su día (o tareas) en secciones y clasifíquelas de acuerdo con las tres intenciones, luego haga un verdadero esfuerzo para completar cada una, incluso si eso requiere un poco de trabajo adicional; valdrá la pena.
Incluso cuando las cosas se vuelven locas y mi horario no es tan predecible como me gustaría, esta regla la implemento de manera continua. Hasta ahora, no ha defraudado; de hecho, me permite vivir una vida que integra armoniosamente la pasión y el propósito y proporciona un equilibrio notable y esencial.