Utiliza estos tres consejos de expertos para convertir tu estrés laboral en combustible creativo El estrés en el lugar de trabajo no es solo un obstáculo, también es una fuente de energía que puedes transformar en combustible creativo.
Por Aytekin Tank •
Key Takeaways
- El estrés puede ser benéfico si se percibe de manera positiva.
- Estrategias como reinterpretar las emociones y tomar el control pueden ayudar a cambiar nuestra percepción del estrés.
- La colaboración y la conexión social pueden aumentar la creatividad y aliviar el estrés.
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Me estaba preparando para una de las presentaciones más importantes de mi vida. Era la boda de mi mejor amigo, y tenía el honor, y la ansiedad, de dar el discurso del padrino frente a 300 invitados. Había hablado frente a mis colegas incontables veces. Pero esto era terreno desconocido. Sabía lo que quería decir, pero estaba increíblemente nervioso.
Mientras investigaba diferentes formas de eliminar mis nervios antes de la actuación, me di cuenta de algo: tal vez estaba tomando el enfoque incorrecto. Al leer sobre actores y comediantes, descubrí que muchos de ellos no intentan aplacar su miedo escénico. En cambio, canalizan esa energía hacia su actuación. Se trata de reinterpretar las emociones de manera positiva. Al final, el discurso salió bastante bien, aunque nunca dejé de estar nervioso. Simplemente intenté estresarme menos por mi estrés.
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Como CEO de Jotform, cada día llega con nuevos desafíos. El estrés es parte del trabajo, pero no tiene que ser una parte categóricamente negativa. Aquí hay algunas estrategias que utilizo para interpretar el estrés de manera más positiva y para utilizarlo como una fuerza creativa. Pero primero, un análisis más detallado de los diferentes tipos de estrés.
El buen estrés
Cuando hablamos de estrés, tendemos a asumir que es un sentimiento negativo. Pero en realidad, el significado original de estrés era neutral. En la década de 1960, el endocrinólogo húngaro Hans Selye, autor de El estrés de la vida, describió al estrés como "las respuestas no específicas del cuerpo ante cualquier demanda de cambio". Más tarde, en 1974, Seyle identificó dos tipos diferentes de estrés: "eustrés", que deriva del prefijo griego eu- (que significa bueno), y el distrés, que es el tipo malo.
¿Por qué importa la distinción?
La experiencia fisiológica del estrés siempre es la misma: la adrenalina inunda el sistema, la frecuencia cardíaca aumenta, el pulso se acelera y la respiración se vuelve más rápida. Tal vez nuestras palmas suden y nuestros rostros se pongan rojos. Pero cuando estas respuestas físicas son precedidas por un evento positivo, como el nacimiento de un hijo o una boda, no las vemos como desagradables. Y la forma en que percibimos el estrés puede transformar sus efectos.
En un estudio, los investigadores preguntaron si los participantes creían que el estrés era perjudicial para su salud. Aquellos que respondieron "sí" tuvieron peores resultados de salud mental y física.
Además, mientras que el distrés puede obstaculizar nuestra creatividad, el eustrés puede alimentarla y aumentar el enfoque. Considera la sensación cuando estás trabajando en un proyecto en solitario y estás paralizado por el miedo a hacer un buen trabajo, en comparación con cuando estás colaborando con un equipo y compitiendo para cumplir con un plazo, y todos están bajo presión y funcionando al máximo. Dos situaciones estresantes, dos experiencias muy diferentes de la misma respuesta fisiológica.
Para los emprendedores, el estrés es inevitable. El objetivo no debería ser eliminarlo, sino cambiar cómo lo interpretamos.
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Estrategias para percibir el estrés como eustrés
1. Reinterpreta tus emociones
Siempre he notado que mi narrativa interna afecta mi estado de ánimo. Si estoy estresado por un proyecto o un evento y soy hipercrítico, trato de cambiar de lo negativo a lo positivo. Resulta que las investigaciones demuestran que el diálogo interno puede ser sorprendentemente poderoso.
Cambiar la forma en que te hablas a ti mismo antes de hacer algo estresante puede mejorar tu experiencia subjetiva y tu rendimiento posterior. En un estudio, la profesora de la Harvard Business School, Alison Wood Brooks, descubrió que decir "Estoy emocionado" o animarse a "emocionarse" mejoró el rendimiento en canto, hablar en público y matemáticas. Brooks teorizó que reinterpretar la ansiedad como emoción fomentaba una mentalidad de oportunidad.
Si estás ansioso por algo en el trabajo, presta más atención a tu diálogo interno. Si esa radio interna tiene un tono negativo, haz un esfuerzo deliberado para cambiar de estación.
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2. Toma el control de los factores estresantes
La incertidumbre es una de mis mayores fuentes de estrés, como cuando constantemente me interrumpen con reuniones improvisadas. Avanzar en el trabajo creativo es desafiante cuando estoy ansioso por algo fuera de mi control.
Esto puede explicarse, al menos en parte, por la teoría del control, que dice que nuestra experiencia de estrés depende de nuestra percepción de control sobre el factor estresante. Los estudios muestran que cuando los empleados tienen más poder de toma de decisiones, están más comprometidos con sus roles y tienen un mejor desempeño.
Tomar el control de nuestros factores estresantes es una manera de asegurarnos de que los recursos cerebrales se dirigen hacia el pensamiento creativo en lugar de la ansiedad innecesaria. Volviendo al ejemplo anterior: puedo tomar el control de mi horario reservando tiempo cada día para reuniones de último minuto. Lo mismo ocurre con la respuesta a correos electrónicos inesperados, pero oportunos. Otro ejemplo: supongamos que estás esperando comentarios sobre un proyecto. En lugar de mirar nerviosamente tu bandeja de entrada, cierra tu navegador de correo electrónico y programa una cita para revisarlo más tarde. Mientras tanto, puedes sumergirte en un trabajo significativo, o como me gusta llamarlo, en el "asunto importante".
3. Haz que el trabajo sea más colaborativo
Una de las partes más estresantes de escribir mi primer libro fue el tiempo de escritura en solitario. Como CEO, estoy constantemente colaborando con mis colegas. Es energizante, incluso en los momentos más estresantes. Nos alimentamos de la energía de los demás, y es menos angustiante saber que todos estamos juntos en esto. La escritura, por otro lado, requería aislarme durante horas y horas. Al principio, me sentí abrumado por el estrés y luché por poner en marcha la creatividad.
Así que me puse en contacto con amigos y colegas que también estaban trabajando en libros. Intercambiamos estrategias para combatir el bloqueo del escritor y minimizar esos molestos sentimientos de síndrome del impostor. Nos brindamos ánimo mutuamente. Me ayudó a superar períodos de estrés.
Harvard Business Review confirma que la conexión social es un poderoso impulsor de la creatividad. Estimula la "oxitocina", la hormona social que nos hace sentir bien en nuestros cerebros y nos deja sintiéndonos inspirados. Ayuda a ver el estrés de manera positiva.
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